A pesar de que el conservador Partido Popular ganó las elecciones generales de España, no logró el margen necesario para derrocar al gobierno de coalición encabezado por el socialdemócrata Pedro Sánchez. Esto abre un periodo de incertidumbre y negociaciones que podría derivar en un bloqueo político y la convocatoria de nuevos comicios.
El hecho de que el Partido Popular no haya logrado una mayoría suficiente para formar gobierno es una victoria para el presidente Pedro Sánchez y su coalición. Aunque el Partido Socialista Español (PSOE) perdió en las elecciones, lo hizo por un margen acotado, lo que en las filas oficialistas se vivió casi como un triunfo.
La situación política en España es complicada, con una fragmentación entre izquierda y derecha y escisiones dentro de cada bloque que están mermando la voluntad de consenso. Sin embargo, el hecho de que el Partido Popular no haya logrado una mayoría suficiente para formar gobierno muestra que aún hay esperanza para un gobierno progresista en España.
El sistema electoral español es muy distinto al de Argentina, ambos países tienen sistemas democráticos representativos, pero hay diferencias en cómo se llevan a cabo las elecciones. En España, se utiliza un sistema parlamentario con una monarquía constitucional. Esto significa que el jefe de estado es el rey o la reina, mientras que el jefe de gobierno es el presidente del gobierno, elegido por el parlamento.